viernes, 6 de noviembre de 2009
VÓMITO
A principios del año 1984, siguiendo la premisa punk de que cualquiera puede coger un instrumento y formar una banda, cuatro chavales de Irún deciden juntarse para canalizar sus inquietudes y rebeldía a través de la música.
Con Víctor a la voz, Claus al bajo, Dani a la batería y Mikel “Johnny” a la guitarra, “Vómito Social” inicia su andadura sobre los escenarios la primavera de ese mismo año y en septiembre graban su primera maqueta “Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, pero la policía es eterna”, donde ya se encuentran unas embrionarias “Ley de vida” y “Fuerzas de seguridad”.
Poco después, Joseba sustituye Mikel a las seis cuerdas, cambio que aprovechan para recortar su nombre dejándolo en “Vómito” a secas, y entrado el 85 aparece “¿No es esto terror?, su segunda maqueta.
La buena acogida que tiene la cinta, unido a la cantidad de conciertos que ofrecen a lo largo del año, propicia que Discos Suicidas se fije en ellos y les ofrezca participar en el recopilatorio “Skalherria punk”.
Las cuatro canciones que aportan al disco, aparecido en 1986, sirven para terminar de dar a conocer a la banda no sólo en Euskadi sino también en el resto del estado y en el 87 Suicidas edita “Vómito”, su primer LP en solitario, con clásicos como “Ratas de ciudad”, “Soy una bomba” o “Un día más”.
El 88 traerá consigo cambios significativos en “Vómito”.
En la formación Bingen y Álvaro “Pato” sustituyen a Joseba y a Dani, y a nivel estilístico inician una deriva más roquera en lo musical y oscura en la temática, que cristalizará en 1990 con la grabación de su segundo LP “A un paso de la locura”.
Canciones como “Mirando al abismo”, “Sombras” o “En las montañas de la locura” reflejan la influencia que la literatura o el cómic de género fantástico-terrorífico tienen en el grupo, aunque la cruda realidad seguirá sirviéndoles de fuente de inspiración como queda patente en “Mamá le ha cortado la cabeza a papá”.
Tras la aparición del disco, Chicho se incorpora a la banda como guitarra rítmica para dar aún más contundencia al sonido de “Vómito” sobre el escenario.
El 93 se publica “El ejercicio del crimen”, fiel reflejo del directo y la trayectoria de “Vómito”, donde también aparecen temas nuevos como “Radio terror” o “Al borde de la carretera”.
Lamentablemente, en el 94, Víctor cae enfermo, pero aun así el grupo consigue encerrarse en el estudio de grabación para registrar el que será su último disco.
Con producción de Iñaki de Lucas, el parto será traumático. A la enfermedad del cantante se suma, a los pocos días de comenzar el trabajo, la sustitución de Bingen por Mikel “El Gordo”, debido a discrepancias creativas con el resto de la banda.
A pesar de los problemas, “La circulación en el laberinto” resulta su obra más elaborada en lo musical y la voz de Víctor, lejos de verse resentida, suena más potente que nunca, profunda a la vez que torturada.
En junio de 1995, a los pocos días de la aparición del disco, Víctor muere víctima del sida, la enfermedad que está diezmando las filas de tantos grupos de punk-rock vasco.
En varios de los homenajes que se celebran en su nombre, “Vómito” participa con Claus asumiendo también las labores vocales y posteriormente se sumarán al grupo Javi Área a la batería y Mikel Irazoki a la guitarra rítmica.
Aun así, pensando que sin la personal voz de Víctor la banda no puede tener continuidad discográfica, “Vómito” decide retirarse de los escenarios el año 98.
Diez años después sale a la luz el disco “Siempre fue terror”, una edición en vinilo con libreto incluido, profuso en fotografías, artículos y entrevistas, donde se repasa la trayectoria del grupo con canciones en directo de sus diferentes épocas, del año 85 al 96.
Ahora, el gusanillo que parecía muerto despierta de su letargo y “Vómito”, con Claus al bajo y a la voz, Pato a la batería y Mikel “El Gordo” y Chicho a las guitarras, deciden volver de entre los muertos para continuar con su particular ejercicio del crimen.
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